Victor Hugo: Los Miserables y el origen de las palabras
Pero ¿desde cuándo el horror excluye el estudio? ¿Qué se diría de un naturalista que se negase a estudiar el murciélago, el escorpión, la tarántula, diciendo: «qué fealdad»? El pensador que se alejase del argot se parecería a un cirujano que se apartase de una úlcera o de una verruga.