Juan B. Bergua sobre Zoroastro (continuación)
Volvamos a nuestro personaje: hasta Zoroastro todas las ya innumerables religiones eran apócrifas; carecían además de autor: se habían ido formando en el tiempo por obra de la fantasía lanzada por el camino de lo desconocido, a favor de dos poderosos impulsos: el miedo y la necesidad de ayuda.