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Leonardo nació en Vinci: Leonardo da Vinci. Tales nació en Mileto: Tales de Mileto. Pitágoras de Samos. Epicuro de Samos. Safo de Lesbos. Leonardo de Pisa. María de Austria. Francisco de Asís. Pablo de Tarso. El punto se entiende, ¿no?

Jesús: hacé a los demás lo que querés que te hagan a vos

Jesús: hacé a los demás lo que querés que te hagan a vos

Pero a ustedes los que oyen, les digo: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen. Al que te hiera en una mejilla, preséntale también la otra. A cualquiera que te pida, dale. Y como quieran que hagan los hombres con ustedes, así también hagan ustedes así con ellos.

Joseph McCabe: La ética cristiana (y su relación con la moral en el mundo)

Joseph McCabe: La ética cristiana (y su relación con la moral en el mundo)

La Regla de Oro de Cristo, tomémosla humanamente. Nadie va a amar a su prójimo como a sí mismo. No se puede hacer. Las emociones humanas no están hechas así. Un ideal debe ser algo realizable. Pero no tenemos que preocuparnos por esto, sino porque tenía siglos de antigüedad cuando Cristo la citó.

Enciclopedia Católica: virtudes fundamentales en el confucianismo

Enciclopedia Católica: virtudes fundamentales en el confucianismo

Como base para una vida de perfecta bondad, Confucio insistió principalmente en las cuatro virtudes de sinceridad, benevolencia, piedad filial y decoro. La benevolencia, manifiesta en la consideración bondadosa por el bienestar de los demás y en la disposición a ayudarlos en momentos de necesidad.

James Legge: Confucio y el ponerse en el lugar del otro

James Legge: Confucio y el ponerse en el lugar del otro

“Lo que no te gusta cuando te lo hacen a vos, no lo hagás a los demás”. La naturaleza peculiar del idioma chino le permitió expresar esta regla con un carácter, que a falta de un término mejor podemos traducir al español como “reciprocidad”. Cuando se mira el ideograma, su significado salta al ojo.

Marco Aurelio: Meditaciones, libro 1

Marco Aurelio: Meditaciones, libro 1

De mi padre: la mansedumbre y la firmeza serena en las decisiones profundamente examinadas. El no vanagloriarse con los honores aparentes; el amor al trabajo y la perseverancia; el estar dispuesto a escuchar a los que podían hacer una contribución útil a la comunidad.

Confucio: Analectas, capítulo 15

Confucio: Analectas, capítulo 15

Zigong preguntó: «¿Hay alguna sola palabra que pueda guiarnos toda nuestra vida?» El Maestro respondió: «¿No sería la reciprocidad? Lo que no desees que te hagan a ti, no se lo hagas a los demás.»