Marco Aurelio: Meditaciones, libro 11
¡Cuán grosero y falso es el que dice: «He preferido comportarme honradamente con vos»! ¿Qué hacés, hombre? No debe decirse de antemano eso. Ya se pondrá en evidencia. En tu rostro debe quedar grabado. El hombre bueno, sencillo y benévolo tiene estas cualidades en los ojos y no se le ocultan.